Blogia
spartak

El Leviatán

Estamos en el siglo XXI, el glorioso continente europeo se ha unificado, y reluce como un conglomerado de países democráticos. ¿Todo? No, un pequeño estado resiste ahora y siempre al invasor. El malvado germen del parlamentarismo no ha conseguido penetrar entre sus fronteras, la monarquía absoluta campa a sus anchas, y el fundamentalismo religioso propio del medievo sigue rigiendo las políticas de sus dirigentes.
Jamás se había visto tanto poder concentrado en un estado de menos de medio kilómetro cuadrado. Capacidad para acuñar moneda, autonomía ejecutiva y política, y el sistema judicial con más capacidad represiva del planeta, puesto que es el único que puede condenar a morir en el infierno.
Además, cuidado. Este poderoso enemigo cuenta con infraestructura suficiente para expandir sus doctrinas a lo largo y ancho del planeta. Hordas ingentes de exiliados tratan de sumar a su causa al mayor número posible de extranjeros. Cuentan con sedes de reunión en todos los países, en todas las ciudades, e incluso se dice en todos y cada uno de los pueblos.
Ante tan potente amenaza, las personas libres del mundo miramos hacia nuestros gobernantes, pidiendo una respuesta eficaz para democratizar el Vaticano. Quizás una invasión por tierra sería lo más eficaz, eso sí, después de asegurar que los bombardeos precedentes no han dejado a ningún miembro de la guardia en pie. O a lo mejor un bloqueo podría ser más contundente, aislando mediáticamente a los voceros vaticanos.
De todas formas, siempre es mejor una salida diplomática, y me alegra pensar que todos los jefes de estado que van a ir al funeral del tiránico monarca (27 años de reinado absolutista), van no para mostrar su apoyo ante tan infame dictador, sino para convencer al nuevo primer ministro de la necesidad de una evolución hacia la democracia del país con mas renta per capita del mundo.

Don Alberto

0 comentarios